jueves, 2 de diciembre de 2010

La Raleigh

Al fin he podido terminar la Raleigh....


No es una restauración, sino una recreación libre, muy libre...



Se trataba de darle un aire más vintage a esta bicicleta de los 80. Era una década de cambios, y hasta los fabricantes de bicicletas intentaron “maquillar” sus producciones de siempre con unas gráficas nuevas y estridentes y a menudo feas... Así pues, la base era buena, lo peor era lo más visible, ese color gris, esa tipografía, y ese faro cuadrado... Eran vanos intentos de modernizar una clásica, así que decidimos dejarla como pensamos que debe ser una clásica...


En primer lugar el color:



 Verde inglés para una “Roadster” inglesa.


Una gráfica un poco más antigua...


Sobre todo: Un faro redondo! Es un Miller y lo conseguí “francotireando” en Ebay en el último segundo. Tuve mucha suerte con George el vendedor, quién a pesar de tener que desplazarse a Francia se llevó el faro consigo para enviármelo desde allí.
Podría haber estado lista hace tiempo, pero dependía de una palanca de cambio que nunca llegó, aunque pedí información a Sturmey & Archer sobre donde podía encontrarla .



  De todas maneras, habría sido difícil adaptarla, ya que al pasar de las tres velocidades originales a cinco me vi obligado a usar el cambio indexado de origen y creedme que ajustarlo ha sido un quebradero de cabeza...


Es una bicicleta enorme, para paseos elegantes sobre llano o con poca pendiente. Para ir a comprar el pan o tomar un café al paseo marítimo de Calafell, donde espero que su dueño la disfrute largo tiempo...