Desde hace tiempo tengo la sensación de que el dinero se ha convertido en una especie de broma. Lejos quedan los días de mis primeros empleos en los que me daban un sobre cada semana con lo ganado a costa de mi trabajo.
Hace tiempo que el dinero ni lo "olemos" son bites, ceros y unos que nos colocan en una cuenta que ni siquiera es física.
Europa y Estados Unidos fabrican febrilmente papel moneda que desde el año 1971 ya no tiene ninguna relación con la cantidad de oro que los bancos puedan almacenar.
La deuda de casi todos los países del mundo es galopante. La de España supera el 114 de su producto interior bruto... Cualquier día esto puede fallar como un castillo de naipes.
Así pues y en este orden de cosas creo que la criptomoneda es el futuro. Una moneda descentralizada P2P y que, como en el caso del Bitcoin, no se puede fabricar más de una cierta cantidad, evitándose así su inflación.
Una moneda para el "internet de las cosas" donde cada vez más gente pueda usarla en más y más tiendas y servicios. Y para ello he decidido predicar con el ejemplo y empezar a aceptar el pago con criptomoneda. Es como pagar con dinero en metálico (algo que pronto desaparecerá de nuestras vidas) sin problemas, sin censura y sin trabas...