Por eso, cuando un colega mio me pidió que le acompañara para ver un velero que acaba de adquirir, decidí dejar, por un día, las bicicletas de lado e intentar limitarme al el mundo de la náutica, ( mundo que apenas conozco)... No lo conseguí.
Nada más llegar me encontré con una BH de los setenta, hay un colega por Brasil que está esperando esas calcas, y nos está costando mucho encontrar documentación. Así que imaginaros mi entusiasmo cuando vi esto!
Desgraciadamente no es el mismo modelo, así que. Como vi después, las calcas no coincidían...
Otra BH, de los cincuenta-sesenta... con la pintura original... Preciosa!
Así que decidí darme por satisfecho y dedicarme a apreciar otras máquinas llenas de encanto...
Ahora mi colega tiene dos trabajos: restaurar el velero e indagar a ver si puede hacerse con la BH de frenos de varilla....
Suerte!